miércoles, 7 de marzo de 2007

Kosovo I

Vamos a empezar con un tema espinoso de los de verdad.

Nuestros queridos amigos del PP siempre pecan de ignorancia y de hipocresía (en este caso no se en que orden colocarlas). Ellos, que son el azote de los independentistas y grandes defensores de las unidades nacionales, apoyaron (junto con el Psoe, todo hay que decirlo) la intervención de España, como miembro de la deleznable y obsoleta organización llamada OTAN, la invasión de Yugoslavia y de su capital Belgrado, en represalia por lo que ellos llaman "limpieza étnica" de Albaneses en la provincia yugoslava de Kosovo.

Hasta aquí todo correcto, limpieza étnica (mira que no me gusta el nombre) puede que existiera, invasión de un estado legítimo (no olvidemos esto último) seguro que existió.

Lo curioso empieza si analizamos este conflicto que parece tan lejano geográficamente y extraño para nuestra comprensión.

La provincia yugoslava de Kosovo es algo más, para la población Serbia, que lo fueron el resto de repúblicas disgregadas de la antigua Yugoslavia a raiz de la guerra de los Balcanes (curioso nombre para una guerra originada, alimentada y gestionada por occidente, pero eso es otro tema). Podríamos decir sin equivocarnos mucho que sin Kosovo no existiría Serbia. Resulta que históricamente, mientras los antiguos pueblos eslavos pululaban por Europa buscando donde asentarse, la rama serbia de éstos entro en conflicto con otro pueblo ya asentado, los búlgaros. Entre estos hubo luchas para conseguir su territorio y el combate definitivo, donde las tropas serbias fueron derrotadas se produjo en Kosovo. Es decir, en pocas palabras, Kosovo es el origen de la nación Serbia. Allí es donde primero se asentaron y desde donde construyeron su estado.

Posteriormente llegó a Europa otro pueblo con una fuerza conquistadora terrible y con unos modos de conquista no menos terribles, los Otomanos. Este pueblo ocupó la zona de los Balcanes durante siglos. Los Otomanos profesaban el Islam e impusieron su religión y su cultura por todos los rincones de sus territorios conquistados, así como la represión a toda muestra de cultura diferente a la suya. Algunos pueblos se convirtieron y obtuvieron, lógicamente, un trato de favor. Entre estos se encontraban los Bosnios y los Albaneses. Los tratos de favor incluyeron puestos de gran relevancia política y derecho a ocupar tierras pertenecientes a "infieles" a los que antes se "invitó" a abandonarlas, en algunas ocasiones ayudados por el verdugo. De esta manera llegaron los albaneses a Kosovo.

Una vez vencidos los otomanos y recuperada la soberanía sobre su territorio, los serbios permitieron que las familias albanesas que se encontraban en la zona de Kosovo, permanecieran allí, sufriendo las represalias por sus actos pasados. Si bien, cuando se creó el estado de la Gran Albania, los albaneses de kosovo pidieron integrarse en su territorio. Ante esto Albania repudió a estos alegando que no eran "puros" ya que su sangre estaba mezclada en gran parte con la serbia.

Los albaneses siguieron aumentando en número durante los siglos, hasta conseguir convertirse en una gran mayoría y comenzaron a marginar a los habitantes serbios ortodoxos.

Durante el gobierno comunista de Tito, se dotó a Kosovo (igual que a la Vojvodina , de mayoría húngara) de un grado de autonomía que fue creciendo en el tiempo hasta convertirse en un territorio autónomo casi como una comunidad autonoma española. Pero los albaneses querían más. Aprovechando el desmembramiento de la República Federativa de Yugoslavia, se crearon varias tendencias separatistas entre la población albanesa (por entonces ya mayoritaria). Unos, los más utópicos, abogaban por la cración de un nuevo estado kosovar, alegando que no eran ni serbios ni albaneses; otros, los mas nacionalistas (animados y apoyados económicamente por el gobierno albanés) suspiraban por una unificación de Kosovo con Albania, con la intención de hacer resurgir la Gran Albania (para esto también requerían de parte de Macedonia, algo de Bulgaria y algún pedacito de cualquier otro país fronterizo que ya pensarían sobre la marcha).

Fue entonces cuando se creó el grupo paramilitar (terrorista) llamado UÇK. Esta gente durante años, mató, extorsionó, violó a serbios en Kosovo e incluso tuvieron alguna intrusión en Belgrado. Ante esto, un gobierno en decadencia, y que había visto como la mayor parte de su territorio desaparecía durante la guerra de los Balcanes, como el serbio decidió intervenir. Al igual que ocurrió en la mencionada guerra, el gobierno no fue capaz de controlar la situación ni a su ejército y se produjeron escenas dantescas de asesinatos colectivos y violaciones de albano-kosovares. ¿Fue esto limpieza étnica?, podemos llamarlo como queramos, pero la verdad es que el nombre que mejor le va es VENGANZA. Símplemente venganza. Estos grupos no actuaban con afán de exterminar a toda la población albano-kosovar, sino de tomarse la justicia por su mano, de devolver todo aquello que habían sufrido a lo largo del tiempo.

Una vez vistos los acontecimientos, ahora pensemos que esto no sucedió en Yugoslavia ni en Kosovo. Pensemos que esto es Andalucía y España. Pongamonos en la piel de nuestros partidos políticos. Imaginemos que los musulmanes que se quedaron en Al-ándalus después de la reconquista fueran creciendo en número y que actualmente con la llegada de miles de ellos en pateras consiguieran ser mayoría sobre los españoles. Supongamos que en un momento dado pidan la libertad para esta provincia a la que ellos vuelven a denominar Al-Ándalus, que se les deniega y que se crea un grupo paramilitar que se lía a cometer áctos vandálicos, matar, violar, etc... Ahora imaginemos que enviamos al ejército y la situación se escapa al control. Posteriormente llegan los yankis y dicen que el estado español esta oprimiendo a los andalusíes y que estos merecen la libertad, invaden nuestro territorio, bombardean Madrid matando a miles de madrileños inocentes, para finalmente dar la independencia a Al - Ándalus.

Pues señores, eso mismo es lo que nuestro gobierno y la gran mayoría de partidos políticos hicieron en Kosovo. Apoyar a un grupo terrorista contra un estado legítimo y, por si fuera poco, ahora le van a conceder la independencia.

La gran pregunta es la siguiente:

¿por qué el PP apoyó la guerra de kosovo poniéndose del lado de los terroristas del UÇK y de una provincia independentista dentro de un estado legítimo, y se niega a la independencia del País Vasco y combate hasta el fin a los terroristas de ETA?.

La respuesta es clara. Son unos miserables hipócritas a los que, en política internacional, sólo les interesa lamer el culo de los yankis y chupar del bote todo lo que puedan. La reputación de España no les interesa nada.

Lamentable.

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